Últimamente, este libro se está haciendo muy famoso, por ser la segunda parte de A tres metros sobre el cielo, una de las novelas más conocidas de Federico Moccia. Para ser sincera, yo hasta ahora, no había oido hablar nunca ni del autor, ni del que llaman “movimiento Moccia”. Todo viene porque parece ser, que el primer libro causó sensación en Italia (y se supone que en el resto de paises donde se publicó, según he leído…que no se yo…) porque trata de la difícil historia de dos jóvenes italianos tildados como los actuales Romeo y Julieta.
Yo no me he leído la primera parte, y cuando descubrí este libro y leí la contraportada lo descarté enseguida, porque me dió muy mala impresión, pero no se cómo, fué atrayendo mi atención y despertando mi curiosidad y acabé por leerlo.
La historia trata de Step, el protagonista, un joven rebelde y violento, que abandona Italia para irse a vivir a Nueva York durante 2 años, con la esperanza de olvidar su gran y fallida historia de amor con Babi (que nombre tan mal escogido…), una niña bien y típica estudiante modelo.
Tras estos 2 años, decide volver a Roma y rehacer su vida pero aún no ha superado los estragos del fracaso de su primer amor, y vive constantemente aferrado a su recuerdo. Mientras, conoce a una chica de la que puede llegar a enamorarse, pero a la vez no puede olvidar a Babi.
El libro está bien, es entretenido y se lee muy rápido y muy fácilmente. Es un poco fantasioso y hortera en muchos momentos, pero el trasfondo es pasable. Me llamó la atención la forma en la que está escrito, el autor emplea en general, una manera muy sencilla de describir las cosas, sin esmerarse mucho, pero de repente sin esperarlo para nada, se mete en una especie de espiral magistral narrativa que deja al lector con la boca abierta, hay momentos en los que habla de los sentimientos de los personajes que son una auténtica maravilla.
En general me parece que es un libro para pasar el rato, facilón y entretenido. Lo intentan vender como una de estas historias míticas y superrománticas que perdurarán en el tiempo pero ni de lejos se consigue, por lo menos con el segundo. Del primero no puedo hablar, pero también he de decir que Tengo ganas de tí no me ha despertado suficiente curiosidad como para leer el A tres metros sobre el cielo. Sin embargo, lo dicho, no está de más leerlo sobretodo si te gustan las historias romanticonas.
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